Cristina: Gaia, me encanta que hayas aparecido, y quisiera que me expliques un poco más; que me expliques más de este Gran Evento que va a pasar hoy, y la Gran Fiesta del otro lado del velo que están teniendo todos los Maestros de Luz, porque nosotros estamos reunidos aquí, porque mucha gente en muchos lugares... están reunidos.

Gaia: “Niña, yo puedo explicarte todo lo que tú quieres, pero hay un Ser Crístico muy elevado al lado de ti y Él puede explicarte aún más.”

Cristina: Si ya siento la vibración de El que se manifiesta aquí a mi lado, y Él está con una hermosa capa, es Jesús.

Jesús está aquí y me dice:

Jesús: “Yo vengo a enseñarles, como enseñé muchas veces, como dije muchas veces, como siento muchas veces, quiero enseñarles algo que no es vedado, y aunque yo lo dije, la humanidad no lo quiere escuchar. Todos piensan que Yo voy a llegar de alguna manera a encarnarme en un humano

Cristina ¿Y es así?

Jesús: No, no es así. Hay algunos que piensan que voy a bajar de un plato volador.

Cristina ¿Y es así? No, no es así.

Jesús: ¿Sabes qué? En realidad yo voy a estar en cada corazón; en cada corazón que tiene la Chispa Sagrada de Dios. Esa es mi Segunda Venida. ¿Por qué piensas que esta es la Era Dorada? ¿Por qué sientes que es la Era Dorada?”

Cristina: Pienso que es la Era Dorada porque está llena de Amor y Conciencia Crística.

Jesús: “Sí, así es, Niña, así es. En realidad lo que hacemos todos los Seres de Luz que estamos acompañando, es instalar la Conciencia Crística. ¿Piensas que estamos separados? No, todos los Seres de Luz tienen Conciencia Crística dentro de sí. Y tú puedes activar esa Luz.

Mira Niña, te voy a contar una historia, que muchas veces la he contado. Te voy a contar una historia de la humanidad, para que tú puedas saber cómo es en verdad Todo lo que Es.

Dios creó al humano, pero con su libre albedrío, y Dios puso todo para que él pueda elegir expandirse en el momento que él quiera. El humano tomó esto como un gran juego, y se puso el gran velo de la dualidad para poder darse cuenta a pesar de todo, que Todo es Dios, y que Dios está dentro de él. Pero ¿sabes qué? En cada nacimiento Dios Padre pone una Semilla. Una Semilla Cósmica Divina, una Semilla de Luz dentro de ti, que te hace un Simiente de la Luz. Y tú entras en cada encarnación sabiendo que esa Semilla puede germinar.”

Cristina: Y pregunto ¿qué es la Semilla?

Jesús: “Es el Cristo dentro de ti. Esa Semilla tiene la Luz de Dios para que tú la germines. Por eso todos, todos son Simientes de la Luz, pero sólo activan esa Simiente quienes sienten a Dios en su corazón, entonces, esa semilla se abre y empiezan a expandir su Luz.”

Cristina: ¿Eso es tener el Cristo dentro de sí?

Jesús: “Sí. Eso es crear la Nueva Humanidad. Eso es crear el Cristo dentro de ti.”

Cristina: ¿puedes crear el Cristo en el laberinto?

Jesús: “Puedes estar en el laberinto y crear el Cristo.”

Cristina: ¿Puedes estar sintiendo a Cristo dentro del laberinto?

Jesús: “No, si estás en el laberinto no entiendes el Amor. Y esa Semilla es la Semilla de Amor que Dios puso en tu corazón. Ahora, tú puedes interactuar en el laberinto, puedes vivir dentro del laberinto y mirarlo desde arriba, y entonces puedes entender el Amor que tienes dentro de ti, y puedes expandir la Conciencia, esa parte Divina que tú tienes en realidad.

Ay, Niña. Hay tanto para explicar…

Lo que todos tienen que saber es que hoy es una posibilidad, una posibilidad de que se cree esta Nueva Tierra, esta Nueva Humanidad. La posibilidad está en ti, no está en otro. Tú tienes que crearla dentro de ti para que se pueda instalar en el planeta Tierra, y una vez que se instala, el parto planetario comienza a ocurrir.”

Cristina: Muchas cosas que están pasando en la Tierra, muchos movimientos .

Jesús: “Sí es verdad, y ¿por qué tú piensas que eso está pasando?”

Cristina: La verdad, no lo sé.

Jesús: “Gaia está en proceso de parto, y como una mujer que está en proceso de parto, tiene revoluciones energéticas dentro de su cuerpo, pero ¿sabes qué?, esto es para que también el humano tome conciencia, tome conciencia de que dentro de sí tiene a Dios, y conectándose con Dios todo puede cambiar. Pero el humano a veces no entiende, no entendió en la época en que Yo estuve encarnado como Jesús de Nazareth, no entendió y en esa época hubo una coordenada energética de una posibilidad de crear también el Humano Divino, como también la hubo en la Atlántida. Pero el humano no entendió. Y en este momento está la posibilidad nuevamente.”

Continuara….

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